ungüentario de alabastro

MAC OLE-00258
Nombre de objeto ungüentario
Cultura/periodo Protohistoria
Material alabastro
Técnica talla, pulido
Ceca
Datación -500 / -200
Ubicación Centre Interpretació
Nombre del yacimineto Olèrdola. Cisterna-pedrera (sector 03)
Municipio Olèrdola (Europa, Espanya, Catalunya, Barcelona, Alt Penedès)
Medidas 63 x 20 mm
Descripción
Ungüentario de alabastro. Cuerpo tubular y base cónica borde de sección triangular, muy poco habitual. Se conservan 10 fragmentos, que permiten hacer una restitución de la pieza. Presenta las típicas vetas del alabastro de color blanquecino a ocre. El extremo fue encontrado en 1985 y el resto en las excavaciones del año 1990, en una habitación de época ibérica situada en la parte central del yacimiento (sector 03). La procedencia es incierta, pero habría que situar su producción en el área de Egipto, Fenicia o Rodas. Se trata de una pieza muy singular, que raramente se encuentra en ámbitos domésticos, ya que suelen formar parte de ajuares funerarios, como vemos por ejemplo en Empúries. Este tipo de botellas contenían aceites y perfumes y procedían del Mediterráneo oriental. Eran, sin duda, un producto de lujo, tanto por el contenido como por el propio envase. La datación es problemática. Recuperado en un estrato del siglo II a.C., no tiene paralelos con los ejemplares de esta cronología o algo más antiguos (siglos IV o III a.C.), que suelen ser redondeados por la base y menos alargados. La finalización cónica recuerda algunos ejemplares localizados en el área etrusca, en cerámica o vidrio, fechados en torno al siglo VI. El uso de ungüentos y perfumes tiene su origen en el próximo Oriente, de clima seco y caluroso que hacía necesaria la protección del cuerpo y una mayor higiene. La civilización egipcia impulsó su uso al resto del Mediterráneo con unos artesanos, los "cocineros de ungüentos", destinados exclusivamente a su elaboración. Principalmente reservado al uso femenino, también se supone que podía ser empleado en los rituales funerarios (para ungir el cuerpo del fallecido, inicialmente asociado con el culto a la diosa Astarté) o como ofrenda a los dioses. En la antigua Grecia también era utilizado en el mundo del deporte. No es extraño, pues, que en la Península Ibérica la mayoría de ejemplares conocidos proceden del ámbito funerario, como los procedentes de la necrópolis fenicia de Larita (Almuñecar, Andalucía) -unas urnas con inscripción egipcia de los siglos IX-VII a.C. -, de la necrópolis púnica de Puig des Molins (Ibiza) o de la necrópolis griega de Bonjoan en Empúries, por citar algunos ejemplos. La popularización y comercialización de estos cosméticos conllevó la aparición de contenedores de diferentes formas elaborados en distintos materiales como el alabastro, la piedra, el vidrio, el bronce, la cerámica o el hueso. Los de alabastro eran uno de los más preciados debido a las cualidades como recipiente: opaco, impermeable y estanco. El alto coste de producción los convirtió en productos de lujo sólo accesible a las élites. Podemos comparar los antiguos ungüentarios con las actuales botellas de perfume, donde se valora tanto la calidad del cosmético como la calidad artística del recipiente.
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© Museu d'Arqueologia de Catalunya - Olèrdola
Omeka ID 2218